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Día Mundial contra el Cáncer de Cuello Uterino: el rol clave de la prevención

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Cada 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, una patología que actualmente, es una de las principales causas de muerte entre las mujeres en el mundo.  De acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer, en 2022, la tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino en Argentina fue de 7,5 defunciones por cada 100.000 mujeres; ocupando el cuarto lugar en mortalidad en Argentina, después del cáncer de mama, el cáncer de pulmón y el cáncer colorrectal. 

“La concientización y sensibilización sobre el cáncer cervicouterino es fundamental para lograr su prevención.  Además este tipo de cáncer  diagnosticado en el etapas tempranas con tratamiento adecuado es curable y en estadios tardíos existen actualmente tratamientos oncológicos que también logran su curación”, advirtió la Dra. Gabriela Osses, del servicio de Ginecología de la Clínica Viedma.

La especialista explicó que esta enfermedad está relacionada principalmente con el virus del papiloma humano (VPH), responsable del 90% de los casos; virus que se transmite por contacto sexual y que, en la mayoría de los casos, desaparece sin causar síntomas. Sin embargo, en una pequeña proporción de los casos (alrededor del 5%), el virus provoca lesiones en las células del cuello uterino que con el tiempo pueden transformarse en cáncer.

Desde el momento de su contagio, el virus puede producir lesiones precancerosas (precursoras), las cuales demoran aproximadamente diez años hasta que evolucionan al cáncer. En ese período, mediante la citología (prueba de papanicolaou), la colposcopía o la detección viral se pueden detectar lesiones producidas por el virus, asintomáticas, antes de la aparición del cáncer. A esto se le llama screening (tamizaje). Una vez diagnosticada la lesión precursora, mediante un tratamiento sencillo se logra la eliminación de la enfermedad.

“La prevención se basa en la vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV) a los 11 años de edad en niñas y niños que se encuentra dentro del calendario nacional de vacunación , ya que este virus se asocia a esta enfermedad; además el control ginecológico con la realización del Papanicolaou (PAP) y colposcopia, preferentemente entre los 25 y 64 años de edad ( grupo etario en cuestión) y también existe el test VPH para saber si se encuentra presente en el cuello uterino y de esa manera evaluar la conducta a seguir” señaló Osses.

Importancia de los Controles Ginecológicos

La doctora Osses enfatizó la necesidad de realizar controles ginecológicos regulares: “Marzo, mes de la mujer, es una oportunidad para hacer hincapié en el control de la salud integral de la misma, para evitar enfermedades prevenibles, no sólo el cáncer de cuello uterino sino también de otras como el cáncer de mama, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon, además  enfermedades cardiológicas (actualmente primera causa de muerte en mujeres), enfermedades metabólicas , psicológicas y hormonales entre otras”.

Aseguró que la detección temprana es clave para evitar el avance de la enfermedad, ya que, una vez que se diagnostica un cáncer cervicouterino, muchas veces es en etapas avanzadas, lo que dificulta el tratamiento y aumenta las probabilidades de muerte.

“El cáncer de cuello uterino se desarrolla de manera lenta a lo largo del tiempo. En etapas iniciales, es posible detectar las células anormales que preceden al cáncer, y tratarlas de forma efectiva para evitar su evolución. Si bien el diagnóstico precoz mejora significativamente las chances de tratamiento, los controles regulares y la vacunación siguen siendo las mejores herramientas de prevención”, indicó.

 “El PAP (papanicolau) es un estudio sencillo que permite detectar lesiones en el cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. Se recomienda a todas las mujeres a partir de su primera relación sexual realizarse este examen. La colposcopia, es una prueba ginecológica a partir de la observación con detalle del cuello del útero, que posibilita detectar lesiones de cérvix y afinar en el diagnóstico precoz. La frecuencia de las pruebas de Papanicolaou y colposcopia depende de la edad, los antecedentes médicos y los resultados de las pruebas”, indicó. 

 “Tanto en Clínica Viedma como en Advance o en IMO abordamos esta problemática de manera integral: desde la realización de diagnósticos muy precisos con la intervención de imágenes de alta calidad y equipamiento de alta complejidad, como de la intervención médica y el tratamiento radiológico. En el mes de la mujer es clave que se tome conciencia de los controles rutinarios que estas deben realizarse para prevenir enfermedades que en la actualidad son absolutamente curables si se las aborda a tiempo”, informó.