“La detección temprana del cáncer de próstata es determinante para mejorar las
tasas de sobrevivencia y la calidad de vida de los pacientes. Tener un diagnóstico
temprano permite identificar el cáncer en etapas más tratables, lo que puede llevar a
un mejor pronóstico y menores tasas de mortalidad”, afirma el Dr. Rubén Kowalyszyn,
titular del IMO y secretario general de la Asociación Argentina de Oncología Clínica,
una institución que tiene, entre sus líneas de trabajo, impulsar campañas para
aumentar la concienciación sobre la importancia de los controles regulares en
varones a partir de los 50 años.
De acuerdo a cifras aportadas por el Instituto Nacional del Cáncer y de la
Organización Mundial de la Salud, el cáncer de próstata es uno de los tipos más
comunes de cáncer entre los hombres argentinos. Esas estadísticas indican también
que en los últimos 15 años la mortalidad por cáncer de próstata en Argentina ha
mostrado una tendencia a la baja. En 2022, la tasa de mortalidad ajustada por edad
fue de 9,6 defunciones por cada 100.000 hombres. Esto representa una disminución
en comparación con años anteriores.
“Los avances en tratamientos y el aumento en la detección temprana contribuyen a la
reducción en las tasas de mortalidad”, señala Kowalyszyn. Sin embargo, de acuerdo al
Registro Institucional de Tumores (RITA) de la Argentina, el 45% de los hombres son
diagnosticados con enfermedad avanzada, un porcentaje significativo de pacientes
que no recibe un diagnóstico temprano, lo cual es crucial para un mejor pronóstico y
opciones de tratamiento.“Una de las metas de salud en nuestro país es bajar ese
porcentaje a partir de los chequeos y diagnósticos tempranos” indica.
La detección temprana se realiza a través de exámenes y pruebas como el Examen
Digital Rectal (EDR) –consiste en palpar la próstata a través del recto, buscando
cualquier irregularidad o aumento en el tamaño que pueda indicar problemas-; el
Antígeno Prostático Específico (PSA) –a partir de un análisis de sangre que mide los
niveles de PSA, una proteína producida por las células prostáticas-; la evaluación
médica de la historia clínica y de síntomas (como dificultad para orinar, sangre en la
orina o dolor en la pelvis) y la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) multiparamétrica
de próstata, una técnica de imagen avanzada utilizada principalmente para la
evaluación del cáncer de próstata, que puede realizarse en el Centro de Diagnóstico
por Imágenes Advance y que en los últimos años ha mejorado significativamente la
precisión en el diagnóstico y manejo del cáncer de próstata, ayudando a evitar
biopsias innecesarias y a personalizar los tratamientos según las características
específicas del tumor.
“El cáncer de próstata es curable en un 98 % en estadios tempranos. Desde cirugía,
radioterapia, braquiterapia, terapias dirigidas hasta opciones de inmunoterapia, los
pacientes ahora tienen acceso a enfoques más específicos y efectivos que minimizan
los efectos secundarios y elevan su esperanza de vida”, señala el oncólogo.
“La investigación sobre este y otros tipos de cánceres está evolucionando de manera
acelerada y podrían transformar radicalmente cómo abordamos el cáncer en el
futuro. En la actualidad, los avances en el tratamiento del cáncer de próstata son
notables. La sobrevivencia de los pacientes con cáncer de próstata avanzado en los
últimos 15 años se ha triplicado gracias al desarrollo de nuevos agentes hormonales,
quimioterapia o radiofármacos, pasando de 12-18 meses en 2005 -cuando sólo se
disponía de quimioterapia- a más de 50 en la actualidad. La terapia de protones, más
precisa y con menos efectos secundarios, ha ganado prominencia. La inmunoterapia,
estimulando el sistema inmunológico para combatir las células cancerosas, tiene
resultados prometedores. Sin embargo son las terapias dirigidas que atacan
específicamente las células cancerosas, las que están transformando el panorama del
tratamiento. Estos avances, respaldados por datos reales, ofrecen opciones más
efectivas y menos invasivas, mejorando las perspectivas y la calidad de vida de los
pacientes”, finalizó.
Controles anuales para un diagnóstico temprano:
- La detección temprana del cáncer de próstata permite un tratamiento más efectivo y
mayor probabilidad de curación. - A partir de los 50 años o a partir de los 45 años si existen antecedentes familiares de
cáncer de próstata. - Ante la aparición de síntomas como dificultad para orinar, sangre en la orina o dolor
en la parte baja de la espalda o pélvico, dolor al orinar.
La Resonancia Magnética Multiparamétrica (RMmp) de próstata
Es una prueba de imagen que utiliza campos magnéticos para obtener imágenes
detalladas de alta resolución. Proporciona mayor información que la ecografía o el
tacto rectal. Es una prueba segura y no invasiva que no dura más que 40 minutos. No
produce dolor y no utiliza radiación.
Sirve para:
-Evaluar el tamaño de la próstata, ya que su volumen aumenta con la edad.
-Caracterizar la inflamación de la próstata (prostatitis).
-Detectar el cáncer de próstata.
-Evaluar la extensión del cáncer a otros órganos.
-Planificar la biopsia, para mejorar la precisión diagnóstica.
- Hacer un seguimiento preciso del cáncer de próstata
- Examinar la vejiga y vesículas seminales