El urólogo de la Clínica Viedma, Gastón Biagioni derriba mitos en torno a esta cirugía y asegura que en los últimos años aumentaron las consultas y las intervenciones.
La vasectomía, como método de planificación y salud reproductiva, ha ido ganando aceptación entre los hombres. “Hay más consultas y más prácticas de vasectomía. Un fenómeno que comenzó a incrementarse previo a la pandemia y que volvió a activarse hacia fines de 2023. Hay un crecimiento notable de consultas en varones de todas las edades, aunque predominan los de 40 años con hijos”, dice Gastón Biagioni, médico especialista en urología por la Universidad de Buenos Aires y jefe del Servicio de Urología de la Clínica Viedma.
Durante 2023 y 2024, la Clínica Viedma ha realizado 52 intervenciones. La tendencia creciente en la Comarca es coincidente con los últimos dados a conocer por la anterior cartera de Salud a nivel nacional. Los mismos indican que entre 2015 y 2019 el número de vasectomías realizadas se multiplicó por 12: pasó de 56 a 683.
Aunque este método anticonceptivo quirúrgico está respaldado por ley desde 2006, es ahora cuando realmente comienza a hacerse popular. “Porque hay más información sobre la seguridad del procedimiento, sus características, sus beneficios y sus mínimos riesgos”, informa Biagioni.
“La vasectomía es una técnica de anticoncepción quirúrgica; se trata de una cirugía ambulatoria que inhabilita a tener hijos de manera natural. Es decir, no es un método preservativo, no previene de enfermedades de transmisión sexual, solo es un método de esterilización reproductiva para los varones”, aclara.
Según explica el urólogo, se trata de una cirugía ambulatoria, que se realiza sin bisturí, tiene una duración de entre 20 y 30 minutos y es de bajísimo riesgo. Es un tipo de método anticonceptivo que impide que el semen contenga espermatozoides con el eyaculado. En esta cirugía menor, un urólogo corta y sella los conductos que transportan los espermatozoides hacia el semen. En la mayoría de los casos, la cirugía se realiza con anestesia local, aunque los pacientes pueden optar por anestesia general. Lo habitual es que un hombre que se ha realizado una vasectomía necesite al menos 72 horas de reposo con cuidados mínimos.
“Los espermatozoides representan un 3 por ciento del volumen del semen. El 97 por ciento restante lo produce la próstata y otras glándulas. A la vista, el paciente no va a notar ningún cambio posterior en el semen”, señala Biagioni.
Aunque la vasectomía es un método anticonceptivo casi 100 por ciento eficaz, no impide el embarazo de inmediato. “Es necesario utilizar otro tipo de método anticonceptivo hasta 90 días luego de haber realizado la cirugía y que el profesional confirme, luego de un análisis de semen, que no hay ningún espermatozoide en el mismo. Luego de ese período, posterior a la cirugía, se realiza un estudio llamado espermograma. Para que le demos el alta y asegurar la efectividad anticonceptiva, el espermograma tiene que ser negativo. Negativo significa que no hay espermatozoides en el semen”, informa.
Qué tener en cuenta antes de hacerse una vasectomía
“La vasectomía es la libre elección de un hombre sano”, enfatiza el especialista. Esa afirmación es la premisa para encarar la primera consulta sobre la posibilidad de una intervención. Aunque en el año 2006 entró en vigencia la ley N° 26.130 de Salud Sexual y Procreación Responsable que establece que, a partir de la mayoría de edad, las personas pueden acceder de manera gratuita a la vasectomía, “Antes de optar por una vasectomía, es crucial estar seguro de no querer tener hijos en el futuro y es crucial que el paciente tenga toda la información. Aunque existe la posibilidad de revertir este procedimiento, su objetivo principal es actuar como un método anticonceptivo permanente. No hace falta consentimiento de nadie más que del hombre que lo desea”, asegura.
Mitos
El especialista menciona que es necesario derribar algunos mitos en relación a este método “generan miedo o confusión. Es importante tener información precisa, ayudando a que más hombres se sientan cómodos con la idea de considerar este método como una opción viable”.
En ese marco, es importante destacar que la vasectomía no tiene efectos malos en el futuro, no afecta la salud en general ni la salud sexual, no daña los testículos, tampoco disminuye el deseo sexual. La erección tiene la misma firmeza y duración que antes, se eyacula la misma cantidad de semen y con igual aspecto pero sin espermatozoides. En definitiva, las relaciones sexuales no se alteran ni se disfruta menos.
La vasectomía no ofrece protección contra infecciones de transmisión sexual por lo que se deben seguir utilizando métodos de protección adicionales, como preservativos, si hay riesgo de contagio.
Otra de las grandes dudas es si se puede revertir en caso que la persona decida tener hijos en un futuro. El urólogo explica que para lograr un embarazo luego de una vasectomía, existe la opción de “reversibilidad”, una microcirugía más compleja y no disponible en el sistema público de salud; no siempre es efectiva y con una tasa de éxito entre el 30 y 40% de los casos.